sábado, 13 de abril de 2013


He despertado de un estado de inconsciencia, no estoy seguro de haberlo estado soñando, de haber vagado sin rumbo, de haber estado siempre parado en el mismo sitio, en el mismo lugar.

Me encuentro en una ciudad que ni siquiera puedo reconocer, da igual los caminos y los nombres de las calles, saber las rutas, los atajos, me siento como ajena a una ciudad que solía ser mía.
Tras rastros siguiendo tu olor, de repente me he quedado en blanco, como si un extraño huracán lo limpiase todo, me encuentro perdida, desaparecida, hundida en un abismo de desesperanza sin dirección precisa.

De repente no se como encajarme en esta realidad, no se que figuras son reales, no se a que aferrarme.
Vuelvo a las noches, a los insomnios, a los caminos intransitables; solo que no vuelvo a empezar.

Nunca se puede volver al mismo lugar, ni a las mismas costumbres, siquiera a la misma gente.
Vuelvo a escribirte, en busca de desahogo, a sabiendas de que estas palabras jamas llegaran a tus oídos.

Llevo una taza de te humeante frente a mi cara, para sentir el calor y el olor del mismo.
Paso horas frente al ordenador, horas que antes hubiese pasado entre hojas y hojas de cuadernos.
Los avances tecnológicos hacen que mis ideas sean mas fáciles de transportar, lo que no significa que pueda explicar lo que pienso.
Paso días enteros intentando definir, comprender o siquiera sacar una idea en blanco, y la verdad es que no llego.

Me quedo a medio camino de mi realidad.

Horas atrás, mientras aun era de día, rebuscaba entre mis cosas intentando encontrarme de alguna manera, solo encontré una foto vieja, creo que servirá de mi futuro corte de pelo.

Lo cierto es que no tengo mucho para buscar fuera de ti, y no se como volver a empezar.

Ando caminos y fijo objetivos reales, cumplo puntos de listas archivadas, pero siguen sin definirme.

Revisaba mi ropa, vacié medio armario.
Ordene mis cajones, necesito ese orden.
Escaparme del caos para encontrar una salida; aunque el simple orden sea calcetines doblados y pantalones colgados.

En esta ruleta de vida ajetreada, de subidas y bajadas, de amor y desesperanza he descubierto que no se quien soy.

Fui de jeans, zapatos de gamuza, jersey de escote en ve con su respectiva camiseta.
Fui de pantalones anchos, remeras de colores estridentes, zapatillas anchas, y pelo naranja.
De pantalones de vestir oscuros, camisas grises, sacos rectos, maquillaje sobrio y opaco.
Fui de bermudas, musculosas y gafas de sol.
Y ahora ....

Tarde o temprano uno vuelve al principio, solo que nunca el principio es el mismo lugar, nadie puede regresar al punto de partida, no importa cuanto lo intente, no importa cuanto insista.

Y yo sigo preguntándome porque no puedo volver a ti ...

BCN 11.04.2013

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