domingo, 28 de abril de 2013



O Dios extraño, lejano, incorrecto.
He de entregarme a semejante martirio, a tan desahuciado dolor? De saber que la vi crecer, y quise verle morir en mis entrañas?
Que con el mismo dolor que la ame , le odio miles de dias?
Que la extraña y enferma pasion que nos ata fue la que ciento de noches nos llevos a contemplarnos como siemples expecimenes?

Cuando yo le era ausente y lejano, cuando ella me era ajena y prohibida.
Cuando jamas, en siglos de existencia vacia, podría haber llegado a imaginar que pudiera tenerle?

Y aqui, esta noche.
Recien despierto.
Con su olor nauseabundo de carne y sudo.
Con el aroma de su pelo me despierto, como tantos otros dias....

Avanza la noche, y es como para mi el dia.
Eterno y sin resplandor.

Debo partir.
Salir en busca de alguna caza.

En busca de comida.


Rohan

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